Por el lapso de tres años el pequeño Yonatan Daniel Aguilar fue escondido en múltiples armarios y sedado con píldoras para dormir que le eran dadas por su madre, según documentos de la corte obtenidos por el diario Los Angeles Times.
A dos meses de la muerte del menor, una noticia que indignó a la comunidad angelina y que llamó a cuestionar la eficacia del Departamento de Servicios Familiares (DCFS), surgen detalles sobre la tortura que vivió este menor latino bajo el cuidado de su madre —por años.
En agosto, el niño de 11 años fue encontrado muerto dentro de un closet en la residencia de Echo Park donde vivían él, su madre, sus tres hermano y su padrastro.
Verónica Aguilar, madre del niño, solía mentir que su hijo se encontraba estudiando en México cuando le preguntaban por él. Solo ella y otros tres hijos sabían la verdad: a un lado de su cama, donde dormían dos hijos, yacía su hermanito. Según los documentos, la madre les prohibió a los tres divulgar la información.
Todos los detalles de su caso son descritos en los documentos obtenidos por el diario angelino de la Corte Juvenil del condado de Los Ángeles, los cuales fueron difundidos por la corte a decisión de un juez.