Katie Prager, de 26 años, y Dalton Prager, de 25, estaban casados y además de su amor, compartían una lucha en común contra la terrible enfermedad de la fibrosis quística.
Los estadounidenses se conocieron a través de Facebook y se casaron en el año 2011. Compartieron durante cinco años la lucha contra esa enfermedad y el inevitable final los encontró con sólo cinco días de diferencia.
La fibrosis quística es hereditaria y provocada por un funcionamiento deficiente de las glándulas exocrinas, se caracteriza por presentar signos de enfermedad pulmonar crónica, que obstruye el funcionamiento de ese organo, y disfunción del páncreas. Hasta el momento no se ha encontrado una forma de curarla. La edad media de supervivencia de un paciente ronda los 40 años.
“Sé que Dalton la estaba esperando con los brazos abiertos, así como sus dos abuelas y muchos familiares y amigos que se han ido antes que ella”, escribió la madre de Katie en la red social.
Los médicos les advirtieron de los riesgos de formar una pareja por la calidad hereditaria de esa enfermedad, que podía transmitirse a futuros hijos. Ambos recibieron transplantes de pulmón pero no funcionaron.
La pareja había juntado dinero, a través de las redes sociales, para su tratamiento y había compartido el testimonio de sus experiencias. Lograron reunir tres cuartas partes del total de USD 100.000 para financiar sus tratamientos, pero el triste final llegó de antemano. MÁS AQUÍ
