Aunque hemos visto muchas cosas curiosas transportadas en una bicicleta, desde un chivo hasta un televisor, este hombre chino logró el equilibrio perfecto para llevar a sus niños a pasear en bici: como si fuera un malabarista, colocó en su espada una especie de balanza, con un pequeño de cada lado, y así viaja por las calles del pequeño pueblo.